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El psicoanalista y el Uno

J. Lacan, El Seminario 20: Aún, Capítulo X: Redondeles de cuerda: “Estas frases interrumpidas dejan en suspenso no sé qué sustancia. Se percibe ahí la exigencia de una frase, sea cual fuere, que sea tal que uno de sus eslabones, al faltar, libere a todos los demás, o sea, les retire el Uno”.[i]

¿Qué puede querer decir retirar el Uno o que el Uno se retire? ¿De qué sustancia se trata?

En esas páginas J. Lacan nos quiere hacer sentir la importancia del nudo borromeo, es decir la importancia de que los tres redondeles a los que representa con el Uno, se mantengan juntos. Y allí las frases interrumpidas de Schreber le sirven para mostrar lo que ocurre cuando un eslabón se suelta.

Un efecto de desorden, de dispersión en la lengua que deja al sentido en suspenso hasta nuevo aviso. A veces se trata de signos ínfimos, otras veces de grandes vacíos.

Ante el fenómeno de retirada del Uno, me interroga el lugar del analista. ¿Cómo hacer uso de él para restablecer un anudamiento posible? ¿Acaso podrá encarnar el Uno que se necesita para re-anudar un eslabón con otro?

La expresión “presencia del analista” para designar una de las facetas de la transferencia[ii], nos orienta. Presencia para que un goce a la deriva pueda localizarse.

Presencia para que un lazo aunque sea el único, sea posible. Presencia para que un cuerpo al menos por momentos, pueda tenerse.

Sean más sueltos cuando reciben a alguien[iii], preciosa indicación de J. Lacan que puede servir para leer la posición del analista como un Uno flexible, pero con la potencia para mantener junto lo que más convenga para cada quien.

[i] Lacan, J., El Seminario libro 20: Aún, Ed. Paidós, Bs. As, 1981, p.154

[ii] Caroz, G., Quelques remarques sur la direction de la cure Dans la psychose ordinaire, Quarto 94-95, Bruxelles, Janvier 2009, p.59

[iii] Lacan, J.; “La tercera”, Revista Lacaniana 18, Publicación de la EOL, Ed. Grama, Bs. As, 2015, p.14