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Entrevista a Nieves Soria (EOL)

Realizada por Fabiana Frattini 

¿Las psicosis ordinarias han introducido algo nuevo en la clínica de la psicosis?

-Me parece que las psicosis ordinarias dan cuenta de algo nuevo, que interroga a los practicantes del psicoanálisis desde hace tiempo, es decir que nombran los efectos de la declinación del nombre del padre en esta época, es decir que son consecuencia de algo nuevo.

Nombran un programa de investigación que incluye distintas dimensiones de la psicosis. Si las tomamos en la dimensión de distintos estados posibles de la psicosis extraordinarias, por ejemplo: una psicosis extraordinaria no desencadenada, o una psicosis extraordinaria sinthomada, o estabilizada, o medicada -no estarían aportando algo realmente nuevo; por el contrario plantearían cierta confusión. En efecto, respecto de un caso de psicosis, me parece más preciso definirla, por ejemplo, como una esquizofrenia no desencadenada que definirla como psicosis ordinaria; o, para tomar otro ejemplo, decir parafrenia sinthomada sin desencadenamiento –o, en otro ejemplo, pos-desencadenamiento- es más preciso que decir psicosis ordinaria.

Desde esta perspectiva las psicosis ordinarias estarían nombrando simplemente un estado de las psicosis extraordinarias, no una categoría clínica en sí misma y esto no sólo no me parece novedoso, sino que además se presta a confusión, puede transformarse, como plantea J.A. Miller en “Efecto retorno…”, en un asilo de la ignorancia.1

Pero hay otra perspectiva que se abre, -y sí me parece novedosa- , siguiendo el hilo de ciertos planteos que propone fundamentalmente J.-A. Miller, tanto en “Los inclasificables de la clínica psicoanalítica” como en “Las psicosis ordinarias” y a su vez en “El efecto retorno en las psicosis ordinarias”; dónde él sí sitúa –a mí entender- ciertas sutilezas que darían cuentan quizás más bien de la psicosis ordinaria como cierto tipo de psicosis en un nivel estructural, y no ya un mero estado. Por ejemplo: la distinción que propone entre la psicosis tipo roble y la psicosis tipo caña2; o el planteo de que hay psicosis que no van hacia el desencadenamiento.3

Entonces, si tomamos esas cuestiones, sí me parece que podemos pensar que “psicosis ordinaria” quizás podría nombrar una categoría clínica per se, es decir, que no sería un estado de la psicosis extraordinarias, sino que sería un tipo de anudamiento distinto de la psicosis extraordinarias -ya sean desencadenadas, no desencadenadas sinthomadas etc.-.

Tengo cierta hipótesis al respecto, me parece que es una consecuencia de la declinación del nombre del padre, que quizás se pueda sostener que en esta época no hay una vigencia cultural del nombre del padre, y por ende no habría solamente la posibilidad de la inscripción o forclusión del nombre del padre, sino que también estaría la posibilidad de que una estructura se constituya por fuera de la referencia al nombre del padre –tanto a su admisión simbólica como a su rechazo-, que entonces no sea una neurosis porque no es una estructura edípica, pero que tampoco sea una psicosis extraordinaria, la que estaría constituida a partir del rechazo radical del nombre del padre, que podría eventualmente retornar como Un padre en lo real.

Se trataría entonces de una clínica más sutil, más discreta, en donde el anudamiento se produce sin el nombre del padre, sin su admisión y sin su rechazo. Entonces, quizás eso constituye cierto tipo de anudamiento donde no habría posibilidad de un desencadenamiento franco, ni de que se suelte uno de los registros; en esa perspectiva la psicosis ordinaria no sólo estaría nombrando algo nuevo en la clínica sino que introduciría como nominación, como categoría, algo nuevo en la psicopatología psicoanalítica.

Entonces tu hipótesis acerca de las psicosis ordinarias es que introducirían algo nuevo en la psicopatología psicoanalítica pensándolas como un anudamiento particular, teniendo en cuenta que éste anudamiento no es en relación al nombre del padre, como consecuencia de su declinación en la época.

-Exactamente, y que eso haría que se distinga de un mero estado de la psicosis extraordinaria.

Sí, fundamentalmente, comenzaste por ahí. ¿Qué enseña la clínica de la psicosis para la clínica de la neurosis?

-En primer lugar, tomaría la referencia de Lacan de El Seminario 3 respecto de que no hay nada más parecido a una neurosis que una prepsicosis. Es decir, que las manifestaciones más sutiles, más veladas, de la psicosis plantean la cuestión de afinar y refinar el diagnóstico de las neurosis, cuestión planteada también por J.-A. Miller en “Efecto retorno…”.4

Hasta que se empezó a estudiar, a investigar el campo de las psicosis ordinarias en la AMP, me parece que aquí, al menos en la Argentina, entre los psicoanalistas reinaba cierto sujeto supuesto neurótico en la consideración diagnóstica de los pacientes por parte de los practicantes del psicoanálisis. Es decir, que sólo eventualmente había que confirmar una estructura psicótica, pero se suponía desde el vamos una estructura neurótica. Me parece que la investigación de las psicosis ordinarias ha replanteado esta cuestión, y creo que es muy importante proponer que la estructura neurótica debe ser demostrada tanto como la estructura psicótica, esto en primer lugar.

Luego hay dos cuestiones más. Una es que la clínica de la psicosis nos enseña distintos tratamientos posibles de lo real, más allá de la referencia estándar del nombre del padre. Como sabemos, el nombre del padre es fallido por estructura, por lo que en la clínica de la neurosis siempre nos vamos a encontrar con esos puntos donde lo simbólico no llega, no alcanza a tratar lo real. Es allí donde la clínica de la psicosis nos ofrece un abanico de recursos o herramientas posibles que tendrán que modularse en función de la estructura neurótica.

La última cuestión que enseña la clínica de la psicosis para la clínica de la neurosis es que no necesariamente es el equívoco el arma contra el síntoma; sobre todo teniendo en cuenta las configuraciones actuales de las neurosis, porque muchas veces no llegan con un síntoma analítico estricto, sino que llegan más del lado de la angustia. A veces, nos vemos en la necesidad de tener que intervenir en otras vías que no son las del equívoco y ahí creo que la clínica de la psicosis nos ofrece distintas herramientas para tratar ese real que es imposible de ser recubierto por la estructura simbólica- edípica.

Muchas gracias, Nieves.

Comisión Entrevistas de la EOL:

Osvaldo L. Delgado (Responsable), Gerardo Battista (Coordinación), Nora Cappelletti, Alma Montiel, Fabiana Frattini

1 Miller, J.-A. “Efecto retorno sobre la psicosis ordinaria”, p. 21.

Miller, J.-A. y otros, Las psicosis ordinarias, p. 238.

3Miller, J.-A,. “Efecto retorno…”, op. cit., p.27.

Ibid, p. 24.