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No hay proporción – Hay piezas sueltas

Si no-hay relación sexual ¿Qué hay? – ¡Hay! lo singular, en cada uno.

Es sabido que no hay parlêtre sin cuerpo y sin lenguaje. También es sabido que lo simbólico no es más lo que era y que lo imaginario no se limita a la imagen corporal del cuerpo prematuro; hay un más allá que vemos en la clínica, cuando algo de la imagen no anda. Por lo tanto nuestra brújula para saber-hacer, no sin saber-decir, quizá se oriente por los aportes que enseña cada ser hablante, a los analistas y practicantes del psicoanálisis. Por ejemplo, lo que cada pieza suelta enseña sobre el síntoma fuera-de-sentido, sobre los singulares modos de arreglárselas con lo que no hay; son enseñanzas que cada Uno aporta para nuestras investigaciones, clínicas, políticas y epistémicas, hoy.

Una de las coordenadas claves para retomar la puesta al día en nuestro campo analítico, son las psicosis. Justamente ahora -que nos reencaminaremos hacia la investigación de “Las psicosis ordinarias y las otras, bajo transferencia” tema del próximo Congreso de la AMP- es el momento de volver a la solidez de la clínica estructural, para abordar la categoría lacaniana de PO que aunque no fue creada por Lacan, Miller extrae de su última enseñanza.

¿Qué es lo que no encaja en las categorías clásicas? ¿Sobre qué se apoya cada uno…? Ante éstas y otras preguntas que van llegando a nuestros consultorios, los psicoanalistas hoy, contamos con algunos índices de lo que cambia en el siglo XXI. Así lo propuso Miller en la Presentación del tema del X Congreso de la AMP en Río de Janeiro, 2016 – lo cito: “Esta metáfora, la sustitución del inconsciente freudiano por el parlêtrelacaniano fija un destello. Propongo tomarla como índice de lo que cambia en el psicoanálisis en el siglo XXI, cuando debe tener en cuentaotro orden simbólico y otro real, distintos de aquellos sobre los cuales se había establecido”.

Entonces, hay un camino señalado por pistas de la época, que conforman las coordenadas de una clínica diferencial con su singulares fenómenos, lo indefinido, el no-todo y las invenciones. Todas ellas en su “triple externalidad”1 -social, corporal y subjetiva- dan cuenta del cambio del inconsciente freudiano por el parlêtre lacaniano, así como las coordenadas del inconsciente real y los efectos del discurso actual. Actualmente ya “no bastan” los discursos establecidos, si bien es cierto que todo el mundo delira, la pista de las psicosis enseñan lo que es un delirio privado, inventado; los sujetos van de una desconexión a otra, o se identifican intensamente, rígidamente, ya sea en lo laboral, familiar, corporal. Hoy, los lazos mutan vertiginosamente, éste dato nos enseña lo que circula en nuestra práctica, lo que hace de agente para cada uno. Por eso, nuestra lectura se ciñe cuidadosamente cuando se trata del lazo transferencial con-un-analista. Así, con algunas piezas sueltas y sin refugiarnos en el “asilo de la ignorancia”2 para no saber, Miller muestra por dónde pensar el estado de investigación de una categoría que después de veinte años nos convoca a conversar en après-coup -bajo transferencia- y en transferencia de trabajo, en tanto “hay” un amplio campo de transformaciones epistémico-clínicas, con más preguntas que respuestas, por ahora.

1 Miller, J.-A., Efecto retorno sobre la psicosis ordinaria.http://www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/015/template.php?file=arts/Alcances/Efecto-retorno-sobre-la-psicosis-ordinaria.html

2 Ibíd.